Te quedan cuatro, Quino


Conocí a Quino Salvo hace ya muchos años y también ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que le vi en un restaurante de Suances, que regentó durante unos meses. Siempre me dio la sensación de que estaba delante de un gran tipo y no solamente por su 1,91. Tiene don de gentes. Carisma. Es esa persona afable con la que conectas en un instante. Le entrevisté varias veces como entrenador, pero recuerdo especialmente un reportaje que realicé para TeleCabarga más íntimo, con su mujer y sus dos hijas, sobre su vida en Cantabria, cómo se conocieron en Valladolid y esas cosas entrañables... Una familia maravillosa.

A Quino le han operado de un tumor cerebral. No es fácil de llevar. Estos días tristes he recordado una anécdota que me contó entonces. En su etapa de jugador, cuando le tocaba marcar a un jugador talentoso, consciente de sus limitaciones, siempre le pegaba un buen palo en los primeros compases del encuentro. Era su primera personal y le daba un buen meneo al contrario, los defensores marcan así su territorio. Después de la falta miraba fijamente a su rival y le decía con voz de duro de película: "Recuerda que me quedan cuatro". A veces, le funcionaba la estratagema y su oponente se apoquinaba. Otras no tanto, pero el gallego era un jugador de esos que tienen un carácter irreductible, quizá con menos técnica o tiro que otros, pero que a base de coraje se hacen profesionales. Nos ha quedado su merecida fama de defensor correoso. Era duro de cojones, pero tenía también una buena visión de juego y otras muchas virtudes. Cinco campañas en aquel mítico Fórum Filatélico de los años ochenta en un baloncesto dinosáurico que tenía más repercusión que el de ahora. 239 partidos ACB, que no es poco.

Del Quino entrenador en Cantabria puedo escribir que siempre me ha recordado bastante a otra persona con la que también tuve la suerte de convivir un poco: Manolo Preciado. Tenía esa personalidad arrolladora. Era capaz de salir a tomar una caña –o muchas– con sus jugadores y también de echarles un broncazo. Logró resultados y un histórico ascenso a la ACB. Su carácter lo tapaba todo, para lo bueno y lo malo. Aquí es un tipo al que la afición todavía adora.

Este domingo 7 de febrero se enfrentan el Brico Depôt Ciudad de Valladolid y el Aceitunas Fragata Morón en la LEB Plata. Nombres que a muchos les sonarán a chino. Los patrocinadores del basket bailan ahora más que Janet Jackson. Allí tributarán un cálido homenaje a Quino, que necesita mucho cariño y algo de dinero porque se está sometiendo a un tratamiento médico muy costoso. Se espera la presencia de jugadores históricos de aquellos años del Fórum Valladolid y se celebrará después una comida para arropar al técnico vigués. El Real Valladolid de fútbol y el VRAC Quesos Entrepinares de rugby, del que el entrenador de baloncesto fue socio fundador, se han sumado también al homenaje. Quino es de esos que se meten en todas las salsas y le aprecian en todas partes. Un coleccionista de amigos, pero sobre todo es un luchador y deseo de todo corazón que salve esta situación dura. Seguro. Ganar el partido, siempre, pese a este palo. Quino, te quedan cuatro, hombre.

Fran Díez


Existe una fila cero a su nombre, Joaquín Salvo Pastor, en la cuenta 
ES68 2080 0528 6730 4003 1129. 

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